Todo tiene un principio y un final, y esta vez el final es más grande que otras veces.
Porque se termina mi estancia en Alicante, dos años en los que he aprendido cosas nuevas y no todas las han aportado los profesores. Mi vida en Alicante ha estado marcada por una independencia mayor, una mayor responsabilidad económica y sobretodo por una batalla personal con la cocina o la lavadora, una batalla de la que no siempre he salido vencedor, pero de la que estoy bastante contento, pues creo que podre sobrevivir en un mundo en el que mi madre no cocine o lave la ropa (aún está por ver si sobreviviré en un mundo en el que mi madre no planche, de momento esa batalla la gana la plancha por incomparecencia). Como digo no todo me lo han enseñado los profesores, mis compañeros, mis amigos, han sido una pieza clave tanto en mi vida diaria en la universidad como fuera de ella, porque es cierto que en clase se aprende de sus dudas, de sus ayudas, pero fuera.... fuera es donde aprendes que no eres el ombligo del mundo y que escuchar a los demás puede ser la clave de muchas cosas.
Termina a su vez el curso académico, y para ponerle un buen broche (aunque aún me queda un examen) disfruté de un día en compañía de grandes amigos y de una noche llena de otros grandes amigos (aunque no pude ver a otros que espero ver más adelante). El día lo pasamos en Tabarca, una isla reserva natural de pesca (como Andrés se apresuro a decirme) frente a las costas de Santa Pola. Pronto seré licenciado en biología marina, pero el aspecto práctico de la carrera está, en mi modesta opinión, un poco oxidado (salvo contadas excepciones). Bucear en esas aguas tan claras rodeado de animales y plantas que conoces por apuntes y bibliografías recomendadas es una gran experiencia. La noche... cena con los amigos, ríos de cerveza y sangría... buena compañía... alguién da más? No lo quiero, estos son mis amigos y me alegro mucho de haberlos conocido.
Pero el final es más grande esta vez, es el final de la carrera, es el final de la fase de estudiante (alargada de más para mí), es el cambio a lo nuevo, a buscarse la vida y a no saber que haré ni dónde lo haré, es como un empezar de cero. Y ahí me quedo ahora mismo, en ese nuevo sitio antesala del futuro... mi primer destino será Galicia, una tierra conocida, llena de otras grandes amistades de las que ya me tocó despedirme hace dos años, y a las que ahora reencontraré en algo más que una visita de fin de semana. Supongo que esa es la clave, la esperanza de que las despedidas no son para siempre, quizás Alicante se cruce de nuevo en mi camino y ese día, espero que vosotros esteís de nuevo en el camino.
Gracias a todos, nos vemos pronto amigos
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Siempre quedará Alicante y sus recuerdos ...
ResponderEliminarHa sido un honor y un placer haberte conocido ...
Gracias porque de alguna me has devuelto la sonrisa :)
Mil besos
Sabes q en Alicante, Vigo,Tudela o Méjico... no te podrás deshacer de mí! Tarde o temprano tendrás q volver a verme la cara y yo q me alegraré!
ResponderEliminarPor mi parte me voy con muy buenos recuerdos, gracias, en su mayor parte, a los marinos. Q habría hecho sin vosotros?!
Un besico muy grande Juanito y hasta pronto :)